miércoles, 31 de octubre de 2007

REFLEXIONES EDUCATIVAS...

Hoy citaremos al francés MICHEL BARLOW


“Los alumnos de nuestros institutos-cuarteles se aglutinan unos tras otros en clases que caricaturescamente se parecen a teatros : prisioneros en la caverna , condenados con grilletes y anteojeras a mirar fijamente el encerado o la nariz oracular del profesor, hasta que el sueño les domina; condenados a escuchar en silencio , condenados a repetir y quizás a comprender ... Lo que verdaderamente importa no son mis discursos, por elocuentes y bien documentados que puedan estar, sino el misterioso despertar de las almas que se opera a través de caminos muy lentos y siempre imprevistos.... “

Michel Barlow. Diario de un profesor novato. pag 38





“Cada alumno es él solo un universo misterioso...¿Quién es capaz de prever las aventuras de un espíritu, quién puede escrutar el transfondo de una personalidad todavía oscura para si misma?.Einstein que pensaba despacio pero con profundidad y que, a los once años, para distraerse, leía a Kant y tocaba a Beethoven, fue descrito por uno de sus profesores como retrasado mental. A Cézanne no le aceptaron en la escuela de Bellas Artes por dibujo deficiente. Proust coleccionaba malas notas por sus composiciones mal redactadas y Zola obtuvo un cero redondo en literatura francesa. “

Michel Barlow. Diario de un profesor novato. pag 50





“Por mi parte no quiero dar una enseñanza de vida y no de muerte. Me acusarán sin duda de ser demasiado apasionado .¡Que me importa!. Mi papel no consiste en formar académicos provincianos, sino hombres de nuestro tiempo. Como decía Rebelais, el discípulo no es un vaso que se llena sino un fuego que se enciende .Quiero que mis alumnos topen con la profunda angustia de los hombres de hoy, hacer saltar el caparazón de los prejuicios moralizantes y pequeño-burgueses en los que se hunde lastimosamente, hacerles permeables, vulnerables a su época, despertad en ellos la inquietud, una de las mas valiosas virtudes, quizá para hombres actuales que quieran ser conscientes...”.

Michel Barlow. Diario de un profesor novato. pag 80.